Con la llegada de la primavera todos nos arriesgamos a ser invitados a una boda, una comunión o un bautizo. Para unos una cita más obligada que deseada, para otros la ocasión perfecta para sacar a relucir las mejores galas. Si no quieres dar la nota, no dejes de leer nuestros consejos para estar a la altura.
A la hora de escoger modelo para asistir a una comunión, son varios los factores a tener en cuenta.
En primer lugar, hay que tener en cuenta que es una celebración religiosa.
Una vez finalizada la ceremonia, no es lo mismo que el convite se celebre en una finca familiar que en el mejor restaurante de la ciudad.
Lo más habitual es que se celebren durante la mañana; el horario es algo que marca desde el principio cualquier look.
La primera comunión
Teniendo en cuenta estos factores os damos algunas premisas para que tanto ellos, como ellas vayan perfectos.
Vamos a una comunión, por lo tanto los colores claros están totalmente permitidos. Así como en las bodas está totalmente prohibido ir de blanco, en las comunicones y más teniendo en cuenta que suelen coincidir con la primavera, el blanco o el beige son una opción ideal.
Ya sea un traje de chaqueta, pantalón, o un vestido de encaje los colores pastel, los blancos combinados con azul marino creando un look marinero, te harán lucir como la invitada perfecta.
Para ellos los trajes de color beige, con zapato marrón son también una excelente elección. El zapato negro tan ideal y elegante para las bodas, no debe ser una opción en estas celebraciones.
El azul marino es también una buena opción para ellos, nada que ver con el negro del que los caballeros deben huír.
Chicas, huid de los vestidos muy cargados, de los largos imposibles, de los escotes de vértido ,de los zapatos joya y de los peinados imposibles.
Una comunión es una celebración en donde los niños son los protagonistas, la sencillez y la calidez deben ser los protagonistas.
En cuanto a los complementos, más de lo mismo, menos siempre es más; las pamelas no están hechas para estas celebraciones y mucho menos ese tocado de plumas que tan espectacular puede resultar para la boda de tu hermano; las joyas y los brillos imposibles tampoco lucen bien en estas ocasiones.