Los huracanes se caracterizan por ser poseedores de los más destructivos y violentos vientos, capaces de arrancar de raíz todo lo que este a su paso. Cada año, durante un periodo aproximado de 5 meses (“Desde junio hasta noviembre”), el mundo es testigo de la formación de distintos tipos de huracanes y de la devastación que provocan en cada desplazamiento.
Son considerados como los peores tipos de tormentas que existen en el planeta tierra, y los estragos que dejan a su paso, son reflejados en cada uno de los puertos terrestres en donde estos fenómenos de viento han tenido la oportunidad de tocar.
¿Qué es un huracán?
Usualmente se le asignan distintos nombres a los huracanes, pero la verdad, es que todos poseen el mismo origen. Los científicos bautizaron a estos fenómenos naturales como “Ciclones Tropicales”, y dentro de esta calificación, solo aquellas tormentas que son formadas en aguas del Océano Pacifico y del Océano Atlántico, son distinguidas con el nombre de Huracán.
Estos ciclones tropicales poseen un funcionamiento que se asemeja mucho al de una especie de motor impulsado por aire caliente. Razón por la cual, solo se forman en los Océanos antes descritos, porque estos poseen aguas templadas con tendencia a calentarse.
Además de su lugar de formación, otra característica que debe poseer un huracán es la fuerza de sus vientos. Con la cual, el fenómeno deja de considerarse tormenta tropical y es catalogado y nombrado como un huracán a partir de que posea vientos sostenidos de más de 74 millas por hora.
¿Cómo se forma un huracán?
Todo comienza con un proceso que ocurre en los océanos, cuando estos liberan el exceso de calor del aire hacia la superficie, elevándose todo lo posible y provocando una zona de poca presión, sobre toda el área.
Luego el aire frío, que posee una mayor presión, se distribuye por toda la zona y debido a la liberación de calor, este nuevo aire también se calienta y se eleva, enfriándose y formando nubes. Este es un proceso que ocurre un incesante número de veces, se alimenta del calor emitido por la superficie marina y va creciendo, girando y desplazándose sobre el agua, formando una tormenta.
Dependiendo de la ubicación de la tormenta con respecto al ecuador, será definido el movimiento del mismo. Por tanto, aquellas tormentas que se forman al norte del ecuador, girarán en sentido contrario a las agujas del reloj y las que tienen su formación al sur del ecuador, girarán asemejando el sentido de las agujas del reloj.
¿Cómo se clasifica un huracán?
Las categorías que definen el nivel de fuerza que posee un huracán se dividen en 5. En donde, las primeras 2 categorías, se asignan a aquellos huracanes que poseen vientos de más de 119 a 153 y 154 a 177 kilómetros por hora respectivamente.
Mientras que las categorías 3 y 4, son llenadas por aquellos huracanes que poseen vientos sostenidos de una fuerza mayor, con velocidades entre 178 y 208 kilómetros por hora, así como de 209 y 250 kilómetros por hora.
La última categoría, la número 5, se asigna a los huracanes con una fuerza devastadora muy superior que los demás. Debido a que para ser considerado de esta categoría la velocidad de los vientos del huracán debe ser superior a los 251 kilómetros por hora, como en el caso del “Huracán Irma”, que provoco perdidas de miles de millones de dólares y cientos de vidas, a lo largo de centro América, el caribe y el sur de Florida en Estados Unidos.