A menudo no entendemos o no identificamos lo que nuestro corazón nos dice sentir. Si no sabemos que nos ocurre, como podemos, entonces, actuar de la manera más correcta?
Todo esto si los trasladamos a un niño, el sentimiento de confusión es aún mayor. Esta confusión puede conducir a un estado de frustración, incomprensión, inseguridad e incluso baja autoestima. Por todo esto es fundamental que los niños conozcan e identifiquen sus emociones y actúen en consonancia con ellas.
También es importante entender las emociones de los demás, para ellos es imprescindible ponernos en su lugar, logrando de esta forma no hacer daño a los demás y tampoco hacernos daño a nosotros mismos con las emociones que los demás proyecten sobre nuestra persona.
Empatizar con los demás, hará que los demás estén a gusto a nuestro lado; que no hagamos daño de manera gratuíta y que los demás se sientas respetados por nosotros.
Gestionar nuestras emociones nos ayudará a ser más felices, a avanzar como personas.
Si cuando nos hacen una crítica, en vez de enfadarnos que puede ser el primer impulso, conseguimos actuar de forma inteligente podremos crecer con esa crítica; verla con cierta distancia y aceptar que en ocasiones nos equivocamos, lo que nos hace avanzar es corregirlo.
Si manejamos sentimientos como la ira, la rabia o la ansiedad nos ayudará a vivir con mayor grado de felicidad y bienestar. Actuar con la cabeza ante estas situaciones nos permitirá racionalizarlas y descargarlas de dramatismo.
Desde esta inteligencia tendremos más herramientas para adaptarnos a las personas que vayamos conociendo a la largo de la vida; podremos actuar además, mucho mejor ante los retos que surjan en el camino, reaccionar a la adversidades y sentir de una manera más sana para nosotros.
Como en todos los aspectos de la vida, el dicho que dice que nunca es tarde para aprender puede aplicarse a la gestión de las emociones.
No obstante, ayudar a los niños desde bien pequeños a que identifiquen sus emociones y actúen en consecuencia les permitirá tener un desarrollo personal más pleno y con él un mayor éxito en los demás aspectos de su vida.
Libros como El Monstruo de Colores de Anna Llenas, El Emocionometro del Doctor Drilo o El Osito Kuma Kuma pueden ser una excelente herramienta para ayudarles en esta labor.