Cupido es conocido como el símbolo del amor en todo el mercado actual del romance. Es asociado con otro de los símbolos del amor, San Valentín; y se le refleja en las imágenes más comunes, como un pequeño querubín, con alas, un arco y sus flechas.
Cuenta la historia, que cupido iba por ahí uniendo los corazones y los destinos de los seres humanos y de algunos dioses. Su método de acción era flechar a dos individuos para despertar el amor mutuo entre ellos, y en ocasiones, se muestra una especie de venda en los ojos, para reflejar que el amor es ciego.
Los orígenes de cupido
Según la mitología romana, cupido es el dios del deseo amoroso. Es hijo de Venus, la diosa de la belleza, el amor y la fertilidad, muy importante dentro de la cultura y dentro las celebraciones de los romanos. También es hijo del dios del fuego y de los volcanes, conocido como Vulcano. A su vez, Cupido era nieto de Júpiter y de Juno, poderosos y venerados dioses de la época.
Fue dado a luz por venus, en el interior de una selva boscosa donde tuvo que dejarlo escondido para protegerlo de Júpiter que quería asesinarlo. Fue entonces, cuando la madre de cupido permitió, que el pequeño fuera amamantado y criado por algunos animales de la selva que lo protegerían como a su cría.
El arco y la flecha
En principio, después de que cupido creciera y se convirtiera en el reflejo de la belleza de su madre y la inteligencia de su padre, el chico decidió construirse un arco de madera de fresno tallada y con agudas flechas de ciprés.
Cupido poseía una puntería perfecta, además de una audacia inédita. En el momento en que su madre se dio cuenta de estas características en él, decidió obsequiarle un arco hecho de oro, acompañado por flechas del mismo material pero con dos particularidades, unas poseían la habilidad de conferir el amor y tenían punta de oro y las otras, tenían un cuerpo de oro y punta de plomo, para despertar el olvido y la desgracia en los corazones.
Cupido y el amor
Cupido hecho hombre se enamoró de la diosa de la caza y protectora de la selva y de los animales, llamada Diana. Intentó por todos los medios hacer que la chica se enamorara de él, pero al no tener éxito, se vio frustrado e intento obligarla clavando una flecha con punta de oro en su corazón, Diana la esquivó con audacia provocando que la flecha impactara en una de sus ninfas, llamada ninfea.
Las ninfas debían poseer extrema pureza y carecer de del deseo de los más puros y bajos instintos del libido. De forma que estuvo a punto de enloquecer por lo que sentía por cupido, así que resultó lanzándose a un río. En donde su diosa, conocedora de su tormento, la convirtió en una hermosa flor y la lleno de paz.
Posteriormente cupido caería enamorado de la hija de un rey de nombre Psique, la cual, fue famosa por su belleza impactante, que competía incluso con la misma afrodita. La chica fue víctima de atrocidades y terribles tareas conferidas por Venus, para perdonarle la vida por su belleza y el amor que causaba en su hijo.
Con ayuda de los seres del bosque y algunos de los más famosos personajes dentro de la mitología, Psique fue perdonada y llego a beber ambrosía, convirtiéndose en la diosa del alma, casándose con él y teniendo a tres hermosos hijos, conocidos como las gracias principales, la voluptuosidad, la pulcritud y la castidad.