La capital de Galicia es Santiago de Compostela. Está situada en la provincia de A Coruña y el municipio tiene unos 95000 habitantes, habiendo llegado a los 105.000 en la década de los 90.
Es un lugar de peregrinación cristiana debido a que el Apóstol Santiago según la leyenda, se encuentra enterrado en su Catedral.
Si queremos visitar la catedral debemos dirigirnos a la Plaza do Obradoiro y allí la encontraremos si nos fijamos un poco. Vamos, que si no la vemos a la primera lo mejor será que vayamos a un oftalmólogo a que nos revise la vista un poco.
Por si te interesa su estilo, aunque seguro que ya te has dado cuenta, es de estilo romano, gótico y barroco. Toda ella muy completita en diferentes estilos.
Se empezó a construir en el año 1075, lógicamente después de Cristo, antes no tendría muy lógica.
Tardó muchos años en finalizarse, tantos como los que discurrieron entre el 1075 de su inicio y el año 1211 que fue cuando finalizó la obra. Vamos, que si conseguías trabajo en su construcción tenías empleo seguro para toda la vida. No como ahora que en 3 o 4 años se acaban estas cosas, aunque no quedan tan bonitas, la verdad.
Veas por donde veas la Catedral de Santiago de Compostela es bonita. Bonita por todas partes.
En su interior podemos encontrarnos con grandes de la historia que decidieron quedarse a dormir ahí para siempre. Entre ellos podemos destacar a Raimundo de Borgoña, Fernando II, Alfonso IX y Juana de Castro. Todos ellos muy conocidos en su época.
Decenas de miles de peregrinos llegan todos los años recorriendo el camino de Santiago. No necesariamente todos ellos cristianos.
Queda claro que en su interior están los restos del Apóstol Santiago, que en el año 44 después de Cristo fue decapitado en la ciudad de Jerusalén y sus restos fueron llevados a Galicia.
La catedral es visible desde casi todos los puntos posibles de la ciudad y alrededores.
Dicen que en Santiago llueve todos los días, pero bueno, son las malas lenguas. Seguro que si vas a hacer una visita no te va a llover, salvo que coincida con una borrasca que entre por el Atlántico. En verano si te pilla la lluvia es por mala suerte, eso seguro.
En el interior de la Catedral no está permitido hacer fotos, así que gasta todas tus fuerzas en sacar fotos de la fachada y de la ciudad, que es muy bonita, sobre todo el caso antiguo. La zona nueva la verdad que no tiene ningún mérito y ni vale la pena visitarla.
Uno de los mejores día para hacer una visita es el 25 Julio que es la fiesta de Santiago Apóstol. Ese día por la noche hay un espectáculo pirotécnico de lo mejorcito que se puede ver.
De todas formas, cualquier día es bueno para visitar la tumba del apóstol. Aunque seguro que no te libras de hacer colas con la gran cantidad de turistas que hay todo el año.
Por cierto, estas imágenes puedes usarlas en tus webs o donde quieras de forma totalmente libre.