Fumar es un hábito muy perjudicial para la salud y para el desarrollo de la vida saludable. En la actualidad, muchos de los gobiernos en el mundo poseen campañas en contra del tabaquismo, de hecho, hasta han prohibido el consumo de cigarros en espacios cerrados o en lugares en donde pueda resultar perjudicial para los no fumadores.
El consumo de nicotina, monóxido de carbono, amoniaco, cianuro y arsénico (“Principales componentes del cigarrillo”), ha resultado altamente contaminante en el cuerpo humano, tanto del fumador activo, como de aquellas personas que se ven afectadas por el humo desprendido del cigarrillo, los llamados fumadores pasivos.
¿Qué le produce al cuerpo humano el consumo del cigarrillo?
La aspiración del contenido del cigarrillo, así como también del humo expedido por este, produce la exposición del organismo a serias amenazas que pueden llegar a ser mortales. Es conocido que el fumar causa adicción, debido a la nicotina, lo cual lleva a que, una vez que las persona prueba fumar y repite la conducta en una serie de ocasiones, se convierta en un vicio y se refleje como una falsa necesidad del organismo por el cigarrillo.
Algunos de los daños producidos dentro del organismo del fumador son: el envejecimiento de forma prematura de la piel, la decoloración de los dientes, tornándose de un color amarillento, la pérdida del esmalte dental, imposibilidad sexual y disfunción eréctil, problemas de fertilidad o muerte prematura de los óvulos y daño al aparato reproductivo, la osteoporosis.
Uno de los daños más notables que produce fumar, es el aumento exponencial en la posibilidad de sufrir un ataque cardiaco, además del descontrol en el interior del organismo de las células causantes del cáncer.
Comenzar una nueva vida
A partir del momento en que un adicto al cigarrillo decide dejar de fumar, se puede decir que se comienza a caminar en el camino hacia una nueva vida. Entre los principales beneficios obtenidos por dejar de fumar es que, al cumplimiento de 1 año sin fumar, la disminución de la exposición a sufrir un ataque al corazón se reduce a la mitad, aumentando por mucho el tiempo de vida de la persona.
Otro beneficio para la salud que se obtiene al dejar de fumar, es la recuperación de los hábitos higiénicos más elementales, eliminando los malos olores residuales emitidos por el cigarrillo, tanto en la ropa, como en el aliento, los dedos y el sudor de la persona.
Un estudio científico revela que tan solo pasados 30 minutos sin fumar, el organismo inicia el proceso de recuperación cardiovascular, demostrándose con el tránsito de la sangre de forma correcta al cuerpo, eliminando las posibles molestias de las personas al caminar.
Consejos para dar el primer paso
Dejar atrás un vicio o una conducta, por más que sea perjudicial para la salud, siempre será difícil. Por esta razón, se debe tener una conciencia profunda del paso que se está por dar, para lograr llevar a término esta adicción y recuperar la calidad de vida.
En principio se debe trazar un plan con metas claras sobre donde se quiere llegar y que hacer para lograrlo, siempre con metas realistas y equilibradas para no recaer en el vicio de ninguna manera.
Consumir una dieta equilibrada, hacer ejercicio de cualquier tipo y masticar chicle sin azúcar por algunos momentos, también contribuyen a mantener la mente y el cuerpo ocupados y suprimir el deseo de fumar. El último consejo para dejar de fumar es tratarlo un día a la vez, lograr la batalla diaria de no fumar ningún cigarrillo, puede contribuir a una victoria contra esta adicción.