La fisioterapia es, según lo describe la Organización Mundial de la Salud, la ciencia del tratamiento por medio de métodos físicos, ejecución de ejercicio terapéutico, electroterapia y masoterapia.
A priori, esta definición dice poco, no es muy explicativa, pero todos sabemos que esta disciplina tiene como objetivo asegurar un correcto desarrollo y recuperación de las funciones musculares y de otros sistemas que repercuten en la cinética molecular.
Así, cuando una persona tiene dolencias o problemas de movilidad, la fisioterapia agrupa a muchas técnicas científicamente probadas que resultan útiles para recuperar las funciones de esa área corporal, ganar en sensación de comodidad y alcanzar mejores sensaciones.
¿Cómo encontrar al mejor profesional? ¿quién es el mejor fisioterapeuta para mis dolencias?
En este sentido, muchas personas a la hora de pedir cita en un fisio realizan búsquedas generales como fisioterapeutas en granada y acuden al que más reseñas tiene o aparece primero en el buscador, pero eso no garantiza que sea el más adecuado, ya que debemos asegurarnos que esté especializado en la patología o rama que necesitemos. Además, si se trata de un buen profesional, puede que tras una primera cita te deriva a otro con la especialización que necesitas.
Este modo de actuación no es reprochable, porque la población confía en que las valoraciones que lee en internet, o incluso el consejo que le dan amigos y familiares, siempre va a ser bienintencionado.
No obstante, la realidad es que esto ocurre porque mucha gente no sabe a ciencia cierta qué es la fisioterapia. La disciplina en cuestión va más allá de la tarea de dar masajes. De hecho, este proceso solo es apropiado cuando estén indicados para tratar una lesión en concreto.
Lejos de estas situaciones, los masajes pueden agravar más la situación que aliviarla. El trabajo de un fisioterapeuta pasa por poner en práctica técnicas avaladas científicamente que vayan encaminadas a la recuperación final. Para ello, estas soluciones han de ser efectivas frente a esas patologías o dolencias. Existen muchas ramas dentro de la fisioterapia.
¿Qué variantes o qué disciplinas conforman la ciencia de la fisioterapia?
Por fisioterapia se entiende principalmente la fisioterapia traumatológica y ortopédica, que es la que incluye todas las terapias que tratan problemas musculoesqueléticos. El objetivo es reducir el tiempo de recuperación ante estas lesiones. Los dolores de espalda, las fracturas, los esguinces, las contracturas o las tendinitis son procesos a tratar mediante esta rama.
Otro área de estudio dentro de la fisioterapia es la reumatología, que incluye problemas en huesos, tendones, articulaciones, músculos y fascias incluidas dentro de las enfermedades reumáticas, que son más de 200. Por lo general son procesos autoinmunes sistémicos.
Una tercera variante tiene que ver con la edad de los pacientes, y se incluyen dos áreas: la fisioterapia pediátrica y la geriátrica. Mientras que la última se encarga de lesiones en personas mayores que se agravan por el proceso de envejecimiento; la pediátrica trata patologías que se dan en el crecimiento infantil y afectan al sistema nervioso. Pueden dar lugar a problemas en el desarrollo psicomotriz, trastornos del suelo, enfermedades neuromusculares y patologías cerebrovasculares. Estos últimos procesos están relacionados con la fisioterapia neurológica, pues esta actúa sobre los trastornos del sistema nervioso central.
No se puede olvidar la fisioterapia respiratoria y la obstetricia. Las técnicas de fisioterapia respiratoria ayudan a poner freno a problemas en el aparato respiratorio, poniendo especial incidencia en los músculos de este sistema. En el caso de la obstétrica, se enfoca en el embarazo, el parto y el posparto.
Por último, aunque hay más ramas, está también la fisioterapia del deporte, que es muy similar a la traumatológica pero con más interés en los procesos de recuperación muscular y los daños que puede producir la práctica de actividad física intensa.
¿Qué caracteriza a los buenos profesionales de la fisioterapia?
Más allá de los conocimientos en los que se han especializado, que dependen de su propio interés en la disciplina y la experiencia adquirida en sus años de trabajo, hay algunas cualidades que permiten distinguir a los buenos profesionales de los que no lo son tanto.
Una primera señal es que tengan suficiente destreza y práctica en tratamientos manuales. A pesar de que la tecnología avanza a ritmo acelerado y evoluciona constantemente, un fisioterapeuta siempre se basa en la manipulación manual de sus pacientes, para tratar dolencias.
A esto hay que sumar mucha delicadeza, tacto y empatía. Las habilidades sociales son clave en cualquier rama de la salud, también en esta. Junto con estos atributos aparecen también los de responsabilidad y compromiso. Un buen ejercicio de responsabilidad es derivar a un paciente a un compañero mejor formado en esas dolencias.Finalmente, hay que destacar también la capacidad para generar confianza y un vínculo de comodidad con el paciente, pues a menudo los procesos de recuperación se prolongan mucho en el tiempo. Igualmente, toca trabajar mucho en equipo.
