Sólo el que tiene un perro, sabe que son parte de nuestra vida y como tal queremos lo mejor para ellos. Cuando decidimos hacernos cargo de un animal, un perro, un gato o cualquier otra mascota, tenemos que garantizar su bienestar a todos los niveles. En este artículo te vamos a dar unos pequeños consejos para la alimentación de tu perro, que suele ser la mascota más habitual, junto con los gatos, en nuestros hogares.
Una buena alimentación repercutirá directamente en la calidad de vida de tu mascota y con ella su esperanza de vida. Con la ayuda del profesional adecuado traza un plan de alimentación lo más seguro posible.
Has de tener en cuenta que el pienso adecuado, nos ayudará a controlar su crecimiento mientras son cachorros y un envejecimiento lo más saludable posible conforme vayan pasando los años. Tendremos que observar a la hora de elegir el mejor pienso, aspectos tan distintos como el peso de tu compañero, su edad, la actividad física que realiza o la salud que tiene. Una vez que el veterinario o la tienda especializada te indique cual es la mejor alimentación para el animal, trata de no cambiársela, al menos de forma habitual. Si a menudo realizas un cambio de comida, esto provocará que su organismo se vea sometido a un nivel de estrés innecesario que traerá consigo problemas digestivos.
Durante las tres o cuatro primeras semanas de vida, la leche materna será su único alimento. Una vez que transcurra este tiempo, un profesional deberá indicarte el plan nutricional que más le conviene, comenzando por comida para cachorros, pasando a la alimentación para perros jóvenes a continuación. En algunas ocasiones se puede pasar directamente a la comida de adultos, pero siempre se recomienda que sea la persona indicada la que te vaya guiando por el proceso según las características de tu mejor compañero. No todas las razas realizan el cambio de alimentación a la misma edad y de la misma forma.
Asegúrate de que en su alimentación se incluyan todos los nutrientes que necesita, vitaminas, hidratos de carbono, grasas, proteínas y oligoelementos, son fundamentales. Si descuidamos alguno de estos aspectos se verá reflejado en unos huesos que no son lo suficientemente fuertes, un pelo que se cae de manera incontrolada o incluso enfermedades difíciles de controlar. Es igual de importante que le ofrezcas la cantidad adecuada, que será repartida en tantas comidas como se indique para su raza. Por norma general las pequeñas suele ser conveniente que coman dos veces al día, mientras que a los perros más grandes es mejor repartir raciones más pequeñas de forma más frecuente.
Ten en cuenta también la forma en que lo alimentas, debes transmitirle tranquilidad, de forma que no propicies en él conductas que después sean difíciles de corregir.
Ten cuidado con lo que va recogiendo por la casa, un trozo de chocolate, un hueso o carne cruda pueden tener consecuencias fatales para ellos. Esas cosas que todos dejamos caer de vez en cuando y que una vez que se acostumbran a ellas, no dudarán en pedirlas una y otra vez.
Dale, a la alimentación de tu perro la importancia que se merece, priorizando su salud por encima de todo. Con estos pequeños consejos, te auguramos una feliz vida con tu peludo.