Es sabido por todos que los bebés al nacer no ven, aunque miren para nosotros y lo miren todo, lo cierto es que no están viendo nada.
En torno a los dos meses comienzan a diferenciar los objetos y a seguirlos con la vista
Cuando un bebé nace, a pesar de que por norma general lo hacen con los ojos muy abiertos, su vista no está madura y necesita del paso de las semanas para ir iniciando el proceso de ver.
Tras el momento del parto sus ojos se cierran para permanecer así durante la mayor parte del tiempo. Su retina todavía inmadura, tiene que finalizar su desarrollo.
Lo único que perciben son sombras y destellos. Una luz que se enciende en la oscuridad o un reflejo. Más allá de 20 o 30 cm no distingue nada.
En las primeras semanas de vida es habitual que en su intento por enfocar los objetos, estravíen los ojos por momentos. Pasarán varios meses hasta que sus ojos se mueven a la par. Los colores vivos y que destacan ya empiezan a ser percibidos.
Será a los dos meses cuando puedan seguir un objeto con la mirada; entre los cinco y los 7 meses ya es capaz de ver todos los colores e incluso reconoce su imagen en un espejo.
Cuando naces los niños, el sentido menos desarrollado es el de la vista; necesitas de sus primeros meses de vida para que se vaya adaptando y aprendiendo de las cosas que suceden a su alrededor.