En el transcurso de las eras en las que ha habitado el hombre en la historia, cada vez más se vio reflejada la necesidad de dividir y distribuir de manera efectiva el tiempo. A través de esta organización cronológica, el hombre logró predecir y prepararse de forma satisfactoria para la llegada de las distintas estaciones climáticas del año.
El primer calendario de avanzada que se creó fue el “Calendario Romano”, el cual sufrió algunas reformas a lo largo del tiempo, pasando por variaciones importantes desde la Antigua Roma, hasta llegar al calendario gregoriano que poseemos hoy en día.
Los primeros nombres
Desde la época de su fundación el calendario romano poseía solo 10 meses, y fue sumamente importante para el avance de la economía y de los cultivos del imperio romano. La duración de los meses, se fijó entre 30 y 31 días máximo, por lo cual, el año poseía cerca de 304 días. Los meses eran conocidos como “Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November y December”.
Durante el segundo reinado de roma, el calendario romano sufre sus primeras modificaciones, ya que para las creencias de los romanos, los números pares eran considerados de mal augurio.
Además, fueron añadidos entre el primero y el último mes, los llamados Febrero y Marzo, en donde el mes de febrero era el más corto de todos con solo 28 días de duración y los demás 29 y 31 días respectivamente.
Modificaciones a lo largo del tiempo
Tiempo después de la modificación realizada al calendario romano por parte de “Numa Pompilio”, el segundo Rey de Roma, durante el reinado de Julio Cesar, este decide que su importancia en la historia no es suficiente, así que se modifica el mes Quintilis por el nombre de Iulius en su honor.
A partir de este acontecimiento, durante el año 46 a.C. también ocurre el cambio de la duración de los días dentro del año, estableciéndose cada 4 años un día más durante el mes de febrero y llamando a esos años como “Bisiestos”.
Otro que no se quiso quedar atrás en la historia, fue el emperador Augusto, pues durante el año 15 a.C., el también denomino un mes en su honor, cambiando el mes de Sextilis por Augusto y aumentando la duración del mismo a 31 días, para nunca ser superado por Julio. Desde ese entonces no se han modificado los nombres de los meses en la historia.
Los nombres finales
El año de ese calendario comienza con el mes de Enero, el cual era producto de las fe de los romanos en el dios Jano, representándolo como una mirada al pasado y al posible futuro. El mes de febrero, referido a “Februare”, el cual se basaba en la época de purificación que era oficiada por los sacerdotes. Le seguía Marzo, consagrado al dios Marte y representaba el inicio del año.
El mes de abril, proviene de la primavera, estación del tiempo en la que los prados florecían y la vegetación crecía. Mayo también es un mes primaveral y se le daba inicio, mediante la plantación de árboles, representaba la fertilidad. Junio, esta fundamentalmente dedicado a la dios Juno, una deidad protectora de la familia y de la mujer. Julio y Agosto, ambos provienen de una mención de honor a los más grandes emperadores de roma.
Los meses de Septiembre, Octubre, Noviembre y Diciembre, provienen del lugar que ocupaban en el antiguo calendario romano antes de la modificación, los puestos de séptimo, octavo, noveno y décimo mes.